viernes, 25 de febrero de 2011

PROTOCOLO

• Es muy importante saber cómo limpiarse los dientes con la máxima eficacia. El verdadero peligro lo representa la invisible acumulación de bacterias que crecen sobre y alrededor de los dientes, o sea, la placa. Afortunadamente la placa bacteriana se puede ver aplicando unas pastillas colorantes en la boca. Dichas pastillas tiñen la placa, no dejando ninguna duda sobre su presencia y posición.

• El dentista y la higienista dental deben establecer un programa de higiene bucal para cada individuo. Tal programa debe incluir instrucción sobre cómo cepillarse de un modo apropiado para no perjudicar ni a los dientes ni a las encías. El uso de la seda o cinta dental es la forma más adecuada para eliminar la placa bacteriana de entre los dientes que es un lugar difícil de alcanzar. Son en estos lugares donde se forman más comúnmente las bolsas periodontales. Por tal motivo, y para evitar su formación, merece la pena dominar la técnica de usar la seda dental aunque sea necesario emplear más tiempo en la higiene bucal

• El uso del cepillo interdental y los aparatos que irrigan agua a presión pueden suplementar las técnicas de higiene en áreas que son difíciles de alcanzar con otros métodos. Aunque estos irrigadores no remueven la placa, pueden, sin embargo, remover los restos de comida que pueden favorecer la formación de placa.

• La higiene bucal diaria puede reducir a un mínimo la formación de la placa bacteriana y cálculo. Por medio de la higiene bucal no se puede eliminar el cálculo ya formado y adherido al diente que aparece en los bordes o por debajo de la encía. Sólo un dentista o una higienista pueden remover el cálculo. Dicha técnica se llama raspaje y se realiza con instrumentos especiales.

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